La piedra luna es una de las piedras que más gustan, y no es de extrañar. Su preciosa iridiscencia hace que capte la mirada de todos aquellos que la tienen presente, pero no sólo es eso lo que nos atrae a los amantes de las piedras. Sus propiedades también son especiales y están muy relacionadas con la luna, a la cual debe su nombre.
Como sabemos, la luna tiene sus cuatro fases de cambio y esta piedra ayuda a estabilizar los cambios producidos en nuestro cuerpo. La piedra luna calma las emociones, potencia la consciencia y aumenta la intuición.
Equilibra las energías masculinas y femeninas (yin-yang), fomenta el sueño lúcido, alivia el estrés y elimina el miedo a los propios sentimientos.
Otra propiedad, asociada a la consciencia, es que ayuda a identificar a personas de nuestro entorno que nos desean el mal, que son tóxicas o que no son del todo buenas para nosotros.
Es la piedra por excelencia de la mujer, ya que se relaciona con los ciclos hormonales. Se dice que ayuda a calmar los dolores menstruales y a potenciar la fertilidad.
¿Tienes alguna joya con esta piedra? Cuéntanos para qué la utilizas.
Información extraída de La Biblia de Los Cristales, de Judy Hall.