La malaquita es una piedra muy llamativa, no sólo por su color verde, sino por sus características bandas claras y oscuras.
En su forma bruta es tóxica, por lo que se recomienda utilizarla sólo pulida, y por eso en muchas ocasiones se utiliza su forma sintética.
Es una piedra que amplifica todas las energías, tanto las positivas como las negativas, por lo que debes utilizarla con precaución. Debes limpiarla después de cada uso, exclusivamente con sol, ya que la sal puede dañar su superficie.
Gran protectora, absorbe las energías negativas y electromagnéticas, tanto de nuestro propio cuerpo como de la atmósfera.
Colocada sobre el tercer ojo, activa la visualización y visión psíquica. Sobre el chakra corazón, te aportará armonía y equilibrio. Utilizada sobre el chakra de la garganta, te ayudará a tener más confianza en ti mismo/a y a mejorar la comunicación.
La malaquita también nos ayuda a transformarnos, influyendo sobre nosotros, rompiendo lazos innecesarios y eliminando patrones no deseados y potenciando el cambio.
Es una piedra con tantas propiedades que si te exponemos aquí todo lo que aporta, no terminaríamos nunca. Si quieres más información sobre ella, te recomendamos que consultes La Biblia de los Cristales, de Judy Hall (puedes encontrarla online).
Dinos, ¿tienes malaquita en tu colección?