Lo más interesante de cualquier joya es su historia, cómo ha ido evolucionando (o no) su uso a lo largo del tiempo y según qué cultura.
Hoy te contamos cómo usaban las piedras semipreciosas en la Antigua Grecia. ¡Esperamos que te guste su historia!
La piedra semipreciosa más utilizada desde hace miles de años es la amatista, específicamente desde la Edad de Bronce. En la Antigua Grecia, era muy usada y apreciada por los guerreros, quienes creían que les aportaría valor en las batallas. También se creía que tenía el poder de proteger de la intoxicación (el origen griego del nombre de esta piedra es amethystos, que significa “no borracho” o “sobrio”).
Para la joyería, se utilizaban mucho las esmeraldas, las perlas y las ágatas (estas últimas se utilizaban mucho como base para los camafeos).
Al principio, las joyas eran sencillas, con diseños simples, pero con el paso de los años fueron ganando complejidad, muchas veces representando a Dioses griegos como Eros (dios del amor) o Nike (diosa de la victoria).
Otras piedras comúnmente usadas eran la coralina, el rubí, el cuarzo cristal o la calcedonia. Estas se podían incrustar en todo tipo de joyas: desde anillos, pasando por pulseras y collares, hasta pendientes y diademas.
En definitiva, en la Antigua Grecia sabían muy bien sacarle provecho a estas hermosas piedras, creando preciosas joyas que ahora viven en museos y en colecciones privadas, pero que puedes encontrar en joyerías especializadas.
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Una entrada muy interesante. La relación y evolución de las joyas con las culturas y civilizaciones antiguas nos permiten conocer mejor aún sus rituales, costumbres y modos de vida. Me gusta.
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